Las carcomas son unos insectos del orden de los coleópteros que perforan y comen todo tipo de elementos de muchos tipos de madera: vigas, muebles, puertas y ventanas, artesonados, etc. Tienen predilección por las maderas blandas, como las de los pinos, nogal, olivo, abedul, cerezo, y muchas otras…
Existen varios tipos de carcomas comedores de madera, la mayoría son de la familia anobiidae, pero también cerámbidos, e Hylotrupes
Realmente son las larvas de esta especie las que construyen galerías en la madera, generando un característico polvo o serrín. Estas larvas van creciendo a medida que comen y hacen galerías, y cuando ya alcanzan el tamaño adecuado (según cada especie), sufren una metamorfosis que suele coincidir con los meses más cálidos y se transforman en un pequeño coleóptero (escarabajo) con capacidad de volar, que se apareará, y pondrá huevos en la madera de donde nacerán de nuevo unas pequeñas larvas que comenzarán nuevas galerías.
Coloquialmente se las llama “polilla” en ocasiones, pero las polillas realmente no comen madera (existen varios tipos de polillas como de los alimentos, granos almacenados, tejidos, etc… pero son otro tipo de insectos completamente distintos).
Las carcomas están repartidas por todo el planeta, tanto en la naturaleza donde realizan su función biológica al ayudar a degradar la madera de árboles muertos, como en medio humano, donde les gusta resguardarse del frío y lluvia siempre que encuentren madera seca para alimentarse.
Existen otro tipo de carcomas, como las de los cereales y diversos tipos de productos almacenados que aun siendo coleópteros son de otras especies distintas, y no atacan a la madera.
Los daños de la carcoma de la madera son fácilmente reconocibles, al observarse pequeños orificios de entre 1 – 2 mm y hasta casi un Cm. según especies que son provocados por los coleópteros adultos al salir de la madera tras realizar la metamorfosis.