Las picaduras de chinches pueden provocar distintos síntomas dependiendo de la sensibilidad de cada persona. En torno al 50% de las personas no desarrollan síntomas evidentes, o bien síntomas leves, mientras que el otro 50% puede llegar a desarrollar una reacción alérgica importante en algunos casos, con un punto rojo en el centro de la picadura, y una zona rojiza a su alrededor levemente hinchada de un tamaño variable, desde 2 o 3 mm de diámetro, hasta más de 2 cm que suelen provocar molestos picores e irritación.
Estas picaduras pueden confundirse con las producidas por otros insectos pues para los no profesionales son picaduras bastante parecidas a las que provocan otros insectos chupadores de sangre, como mosquitos o pulgas, pero mientras que los mosquitos suelen realizar picaduras aisladas, y las pulgas se suelen centrar en tobillos y partes bajas de las piernas, las picaduras de chinches suelen darse en las zonas que quedan más en contacto con colchones y almohadas, ya que nos suelen picar mientras dormimos en casi cualquier zona del cuerpo, dependiendo de nuestra postura habitual al dormir (espalda, abdomen, pecho, cara, brazos, piernas, manos…).
Pueden realizar grupos de una sola picadura, o varias seguidas en línea o zigzag, ya que en ocasiones no encuentran a la primera picada un buen capilar de donde extraer la sangre que necesitan para alimentarse, y repiten dos o tres picaduras cercanas entre ellas.
Normalmente las chinches nos pican mientras que estamos dormidos, y de una forma un tanto “delicada” para evitar despertarnos (ya que lo normal entonces sería que nos defendiéramos y las matáramos). La picadura se produce al clavar la chinche su fino estilete bucal en nuestra piel en busca de un capilar de donde extraer nuestra sangre. Una vez clavado, nos inyecta a través de el su saliva, que contiene anticoagulantes para evitar que se cree una postillita, y entonces comienza a succionar la sangre. La posterior irritación que genera es debida a la reacción alérgica a la propia saliva anticoagulante que nos ha inyectado, más que a la propia picadura, que suele ser muy fina y limpia.