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OIDIO EN LAS PLANTAS
El oídio en las plantas es una enfermedad muy extendida producida por varios tipos de hongos ectoparásitos de la familia erysiphiacea, que afectan a las plantas, principalmente a las hojas y brotes o tallos jóvenes poco lignificados.
Popularmente se le conoce como blanquilla, cenicilla o pelusa, y puede afectar a muchos tipos de plantas distintas, desde plantas de jardín e interior, a cultivos en invernaderos, frutales, bosques y plantas forestales, invernaderos, cultivos extensivos, etc...
SINTOMAS Y DAÑOS DEL OIDIO:
El oídio afecta a las plantas reduciendo su capacidad para realizar la fotosíntesis, y por tanto perdiendo fuerza y vigor, al quedar cubiertas de una pelusilla blanquecina que afecta principalmente al haz de las hojas y brotes tiernos a medida que el hongo se reproduce, llegando a ponerlas amarillas y posteriormente secarlas. En ataques severos puede secar por completo la planta afectada, y también afecta a la calidad y sabor de los frutos su se trata de plantas comestibles.
No todas las plantas a las que puede atacar el oídio son igual de sensibles a este, e incluso hay algunas especies vegetales que si bien se ven afectadas, pueden llegar a convivir con él, como algunas plantas forestales (roble, laurel, lentisco, hiedras). Y por supuesto, las condiciones ambientales de humedad y temperatura influyen muy directamente en el mayor o menos desarrollo del oídio.
En los jardines mediterráneos son una de las enfermedades más importantes, y afecta a rosas, claveles, crisantemos, setos de arrayan, algunas trepadoras, etc. En invernaderos es una plaga importante de calabacines, melones, sandías, pepinos, tomate, pimiento, berenjenas, fresas, berrys, etc. E incluso cultivos agrícolas de árboles frutales de hueso y pepita: melocotón, nectarino, ciruelo, albaricoque, paraguayas, manzano, peral, etc… También es una enfermedad que causa grandes daños en los cultivos de marihuana, ya que además de los daños que produce a la planta, las hojas y cogollos afectados se convierten en muy tóxicos para su consumo.
Una consulta frecuente que nos realizan habitualmente es la diferencia entre el oídio y el mildiu, y tiene fácil respuesta: mientras el oídio ataca al haz de la hoja (la cara de arriba), y es una pelusa blanquecina, el mildiu puede verse por el haz y el envés, y su característica principal es un mancha amarillo-aceitosa en el envés de la hoja.
FACTORES QUE FAVORECEN EL OIDIO:
- Humedad relativa superior al 60 - 70%
- Temperaturas entre 15ºC y 35ºC
- Sombreado excesivo y falta de sol.
- Mala aireación y follaje muy tupido.
- Exceso de nitrógeno.
Las temporadas más favorables a la aparición de oídio son la primavera y otoño, si bien en invernaderos se dan las condiciones idóneas prácticamente durante todo el año. Temperaturas superiores a 38 – 40ºC lo eliminan, así como los vientos secos y cálidos.
El oídio se transmite principalmente por el viento, pero también por insectos como mosca blanca, pulgones, trips, o incluso por aves, animales y personas que entren en contacto con plantas afectadas.
Cuando se llega a ver la pelusilla blanca característica que forman los micelios del hongo sobre una hoja o brote, realmente hay miles de esporas que no vemos salvo que dispongamos de un microscopio.
OIDIO COMO COMBATIRLO
Para combatir el oídio además de intentar controlar los factores que lo favorecen, podemos tratar las plantas afectadas con productos fitofortificantes, y utilizar productos preventivos cuando las condiciones sean favorables al desarrollo de esta enfermedad, como productos en base a azufre, cola de caballo, salvia, o fungicidas específicos contra esta enfermedad
Se recomienda retirar los restos de plantas afectadas, mantener una buena aireación y soleado, evitar el exceso de nitrógeno, y realizar un correcto control de insectos para evitar que puedan hacer de portadores de las esporas del hongo, especialmente insectos voladores, con insecticidas, o repelentes y disuasores.
Salvo que seamos agricultores profesionales que revisamos cada pocos días el estado sanitario de nuestras plantas, nuestra recomendación es realizar tratamientos preventivos cuando las condiciones son favorables desde el inicio de primavera, y repetir tratamientos cada 3 semanas aproximadamente si las condiciones siguen siendo favorables (temperaturas entre 15 y 35ºC y humedad relativa superior al 60% – 70%). Igualmente cuando llegan las lluvias de otoño que es otra época favorable, tratamientos preventivos periódicos, o justo con la aparición de los primeros síntomas cuando se den las condiciones indicadas anteriormente, ya que el oídio es una enfermedad endémica de muchas plantas que aparece casi todos los años cuando las condiciones son favorables.
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